Los oráculos fueron criaturas venenosas creadas por Zanzíbar el Tallista, las diseñó especialmente para Octavia au Lune quien los utilizaba en interrogatorios personales, los cuales llamaba "juego". El oráculo está diseñado para medir la verdad, ya que en las fluctuaciones de temperatura, los elementos químicos de la sangre se pueden medir el pulso del corazón.[1]
La soberana las llego a utilizar alrededor de unas setenta y un veces[1] y solo llego a mentir una vez, frente a Darrow. Cuando el oráculo la fue a picar, su aguijón fue cortado rápidamente por Fitchner au Barca[2] quien en ese momento era el Caballero de la Furia.
Características[]
Tienen tres ojos ciegos y es parte escorpión, parte víboras y parte ciempiés. Se mueven como el cristal líquido[1] y los órganos y el esqueleto son visibles a través de su piel. Sus bocas castañetean y sisean al mismo tiempo.
Cuando son utilizados, se enrolla en torno a una persona a través de cualquier lugar que esta tenga una herida, ya que sus bocas busca la sangre y se pega a ella como una sanguijuela[1], mientras esto sucede su cola de escorpión se alza unos diez centímetros y se agita a un lado a otro. Su veneno no mata, pero causa un dolor extremadamente potente, lo más cercano a la muerte que la ciencia de los tallistas pudieron alcázar[1].
Referencias[]
- ↑ 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 Hijo Dorado, capítulo 15: Verdad
- ↑ Hijo Dorado, capítulo 16: El Juego