Los puños contra los pechos. Miles. Rápidos, como un corazón que late a toda prisa. Más despacio. Un latido cada segundo. Un latido cada cinco. Un latido cada diez. Después, ninguno más.
Los Lamentos Languidecientes es una especie de tradición que realizan los rojos cuando un condenado a la horca está muriendo.
Es un ritmo trágico de golpes de puño contra el pecho, que se va debilitando despacio, despacio, hasta que los puños, como el corazón del condenado, dejan de latir[1].
Referencias[]
- ↑ Amanecer Rojo, capítulo 2: El Sector